Gripe A: Reforzar las medidas preventivas es fundamental
“El virus de la gripe A no tiene una característica de virulencia adicional con respecto al del año pasado”, aseguró el bioquímico Alejandro Castello, investigador y docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Es por este motivo que el especialista considera que los casos de gripe A que se están presentando en la región se deben principalmente a la falta de acciones preventivas.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias de Nación confirmaron oficialmente 35 muertes y más de 800 contagios desde que se desató la gripe A en el país más allá de que sostengan que la situación está controlada y que la provisión de vacunas está garantizada.
Para Castello, existen medidas preventivas muy importantes para evitar la gripe pero no se implementaron en el momento indicado: “este año comenzó el plan de vacunación más tarde de lo habitual y también se dio la situación climática que los fríos se adelantaron”.
“La aglomeración de gente en ambientes cerrados es otro de los factores que favorece la diseminación del virus”, explica el coordinador de la carrera de Bioquímica en la UNAJ y remarca que como medida preventiva hay que tener en cuenta el lavado de manos: “en nuestro ambiente epidemiológico se le atribuye mayor importancia a la transmisión por superficies que quedan contaminadas por secreciones respiratorias de personas que están afectadas por el virus, persisten durante horas y esa contaminación se lleva a la mucosa nasal u oral por vía de las manos”.
Existen grupos de riesgo en la población que deben aplicarse la vacuna antigripal. Según el Ministerio de Salud de la Nación, las embarazadas y niños de entre seis meses y dos años de edad son— hasta el momento— los grupos con menor porcentaje de cobertura. Hasta ahora, el 36,5 % de las mujeres embarazadas se aplicó la vacuna mientras que el 25,9% de los niños de entre 6 meses y 2 años recibió la primera dosis y 14,3 % la segunda. Los otros grupos de riesgo son las personas mayores de 65 años; el personal de salud y las personas de entre 2 y 64 años con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad.
“Es importante que estos grupos se vacunen no sólo para asegurarles una mayor protección contra la gripe sino que de esta manera se evita que se conviertan en diseminadores del virus, la vacunación es individual pero se dirige a las poblaciones”, remarca el investigador Alejandro Castello.