Para alegría, los festejos por el Día de la Niñez se extendieron durante agosto y el último fin de semana la celebración continuó en las calles de San Francisco de Asís
De la mano de Ezequiel Molina, un vecino de “El Cerrito”, el festejo recorrió también varias cuadras de los barrios Don Orione, Don Orione Viejo, Martín Fierro, Libertad.
Así, durante la tarde del domingo, varios superhéroes y personajes de Disney salieron a caminar y repartir caramelos a los más chicos, quienes con una sonrisa esperaban el saludo. Y las golosinas, por supuesto.
La tardea de Ezequiel se concretó gracias a la ayuda de familiares y amigos que lo acompañan cada vez que emprende una de estas misiones. Porque lo mismo hace cada vez que se acerca una fecha especial.
Casi como un clásico de todos los años, Papá Noel pasó por los barrios El Cerrito, Don Orione, Don Orione, Don Orione Viejo y Libertad, donde grandes y chicos salieron a saludarlo y a vivir de cerca, “en vivo y en directo”, “la magia de la Navidad”. En un año tan particular, su presencia en las calles no podía faltar.
En esta parte de Almirante Brown, el protagonista de la noble tarea es Ezequiel Molina (también conocido como “Rober”), un vecino “del Cerrito” que desde ya hace tres años se pone el traje de “Santa Clauss” y sale. El único objetivo esque los niños y niñas de la zona lo saluden y se diviertan. Y, en tiempos de selfies, que también se saquen fotos con este mítico del que tanto esperan la llegada.
De forma desinteresada y sin más ayuda que la que recibe de parte de vecinos, amigos o familiares, cada diciembre vuelve a hacer su recorrida. No importan las altas temperaturas ni las dificultades que puedan surgir en el camino: cada año la energía, la alegría y la ilusión se renuevan.
En este 2020 tan especial,aún siendo parte de los “grupos de riesgo” por su entrada edad, Papá Noel obtuvo el permiso de circulación y volvió a salir. A su paso, decenas de nenes y nenas con mucho entusiasmo iban a saludarlo, dejaban su carta y a cambio recibían los correspondientes caramelos y chupetines. Por supuesto, los adultos tampoco se quedaban atrás.
“La unica ayuda que Rober tuvo siempre fue de la Delegacion de Don Orione, que le prestaban la camioneta para recorrer. Luego, él compraba golosinas y armaba los regalos para los chicos, sólo, únicamente con lo que le donaba la gente y la familia”, relató a Diario 24 Noticias una de sus primas y ayudantes.
Es por eso que cada vez el agradecimiento es mayor, porque aún en las dificultades o en meses tan complicados como los actuales, Ezequiel, Rober o simplemente Papá Noel vuelve a salir. Porque su única intención es que los niños sonrían. Y los grandes se lo agradecen.