Misión cumplida
Por Jonathan Romero
El rally más exigente llegó a su fin. En un giro impensado hasta la mitad de la competencia, Stephane Peterhansel terminó consagrándose campeón y llevando a lo más alto a Peugeot. Toby Price se impuso entre las motos, Marcos Patronelli en los quads y Gerard De Rooy entre los camiones. Espectacular desempeño de los argentinos en cada una de las categorías.
El Dakar no paró de generar sorpresas. En una carrera a campo traviesa y donde además de contar con un buen vehículo, otros aspectos son igual de importantes (como la navegación), nada está dicho hasta no cruzar la meta. Es así como de un día para el otro, todo puede cambiar repentinamente.
Y así fue. Concluida la primera mitad del rally, que tenía como líder entre los autos a un imparable Sebastien Loeb, el comienzo de la parte final marcó un golpe de escena determinante. Faltando sólo algunos kilómetros para finalizar el último tramo de la etapa del lunes, el nueve veces campeón del WRC volcó su 2008 DKR, quedando muy dañada. Afortunadamente, ambos –piloto y navegante- resultaron ilesos, pero el buggy debió ser remolcado hasta el vivac para su reconstrucción.
Atrás quedaron las chances de coronarse en su debut en el Dakar, pero más no se le puede pedir: salvo por ese accidente, su carrera hasta venía siendo excelente. De allí, todas las expectativas de la marca del león quedaban en manos de Carlos Sainz y Stéphane Peterhansel. En la vereda de enfrente, con MINI, aparecía Nasser Al Attiyah en su intento por arrebatarle el primer lugar a la automotriz francesa. El orgullo de los galos sufriría otro golpe más, el abandono de Sainz por problemas en la caja de cambios, dejaba en Monsieur Dakar sus únicas esperanzas.
La vasta experiencia de Peterhansel, su talento tanto en la conducción como en la navegación, y a pesar de su ritmo -algo más lento que el de sus compañeros de equipo- terminaron por darle la victoria, su 12º título en la especialidad. Aventajó a Al Attiyah por 40 minutos y a otra leyenda como Giniel De Villiers (Toyota Hilux) quienes arribaron 2º y 3º respectivamente.
Excelente trabajo de Mikko Hirvonen (otro piloto que pasó del WRC al Dakar), quien consiguió imponerse en la 12ª etapa y finalizar 4º en la general. Asimismo, dos argentinos redondearon una buena actuación: Orly Terranova arribó 12º y Emiliano Spataro (MINI) quedó 18º, tras un inconveniente con los frenos de la Renault Duster.
En motos, el escenario también fue cambiante aunque no tan dramático como en los autos. Por más de que varias etapas tuvieron distintos ganadores, Toby Price con su KTM supo administrar muy bien la diferencia con sus perseguidores, por lo que obtuvo el 1er lugar con relativa tranquilidad. Una vez más, hay que destacar el trabajo de Kevin Benavides, que fue achicando el margen con respecto a los líderes y finalizó 4to. Una magnífica actuación para el joven piloto salteño, consiguiendo el mejor resultado para un argentino en la categoría. En el segundo lugar finalizaron Stefan Svitko (también con KTM) y Pablo Quintanilla (Husqvarna).
Los hermanos Patronelli lo lograron de vuelta. Pese a no haber participado en la edición anterior del Dakar, pudieron readaptarse al ritmo de carrera rápidamente. Desde la mitad de la prueba hasta su finalización, Marcos y Alejandro ocuparon las dos primeras posiciones, aumentando su ventaja para terminar con una tranquilizadora diferencia de más de una hora con respecto al tercero, Brian Baragwanath. “Yo no soy el primero, Ale también ganó. Y ganó de verdad. Veníamos iguales y en la anteúltima etapa levantó el pie y me dejó pasar. Somos dos ganadores”, señaló emocionado el menor de los hermanos.
Otra gran sorpresa en esta edición fue sin dudas el exitoso debut en camiones de Federico Villagra. El Coyote, al volante de un Iveco, se mantuvo siempre entre los primeros puestos y alcanzó a subirse al podio. Gerard De Rooy (Iveco) cortó con el dominio absoluto de los Kamaz, que quedaron relegados al segundo lugar con Airat Mardeev como su mejor representante, por delante del cordobés que finalizó tercero.
El 2016 será recordado como uno de los mejores Dakar para los argentinos, demostrando que en nuestro país hay talento de sobra. Terminó el rally más extremo y difícil a nivel mundial y la alegría de los que lograron completarlo contrasta con la decepción de quienes esta vez no pudieron. Pero ya habrá otra oportunidad, desde la organización ya están trabajando para la edición 2017, para que vuelvan esos tramos de arena interminables, que son en definitiva, la esencia de esta prueba. Podía sumarse Chile e incluso algunos países más, de lo que no hay dudas es que Argentina será sede una vez.